Los científicos que estudian la regulación de las células inmunológicas en los individuos sanos han llegado a un descubrimiento clave para entender la cuestión de por qué el sistema inmunológico no detecta el tumor. ¿Por qué la defensa natural del cuerpo no soluciona el problema con sus propias fuerzas? Los hallazgos podrían conducir a nuevas formas de terapia.
En circunstancias normales el sistema inmunológico contra el peligro patógeno o una lesión en el cuerpo que crea dolor constante, envía un mensaje del problema. Sin embargo, en el caso de los tumores, los mecanismos celulares para evitar la inflamación y el tumor, pueden pasar desapercibidos. Por eso, al cuerpo le es mucho más difícil de eliminar
Los investigadores del King’s College de Londres, financiados por el Consejo de Biotecnología y Biología de Investigaciones Científicas, descubrieron que las células T reguladoras pueden revertir el papel clave de las células inmunológicas llamadas macrófagos, y que generalmente causan la inflamación. Las células T reguladoras son las células que regulan el sistema inmunológico previniendo la sobre-reacción a cualquier estímulo externo y lo obligan tratar sólo con los agentes patógenos realmente nocivos o lesiones.
La investigación muestra que esto se logra mediante el fomento de los macrófagos para reducir la inflamación automática causada por todas las posibles amenazas para el cuerpo, e incluso las inofensivas.
El Dr. Leoni Tams, gerente de investigación, explica: «. Un estímulo relativamente inofensivo, tal como pequeño corte en el cuerpo automáticamente será tratado como algo peligroso y los macrófagos causaran inflamación. Hemos encontrado que el papel de las células T reguladoras es obligar a los macrófagos a provocar la anti- inflamación como contrapeso a la reacción inicial, ya que no es un peligro real. Para mantener la estabilidad del sistema inmunológico y evitar una respuesta exagerada del organismo en todas partes.
Sin embargo, los problemas continúan en los tumores, en situaciones donde hay un gran número de células T reguladoras que provocan una reacción fuerte anti-inflamatoria. La neutralización de la reacción inflamatoria en este caso puede llevar a que el sistema inmunológico no se de cuenta de la existencia del tumor, o sea «engaña» al cuerpo para que crea que el problema no existe.
Esperamos que este nuevo conocimiento acerca de la conexión entre las células T reguladoras y los macrófagos se pueda utilizar en la búsqueda de fórmulas más eficaces para el tratamiento del cáncer. Curiosamente, esperamos ser capaces de utilizar los mismos conocimientos para lograr el resultado opuesto, o sea bloquear la inflamación crónica como en los casos de artritis reumatoide.
Fuente: Science Daily (21.11.2007.)